Muy buenas noches.
Seguro, si alguien queda que aún me siga, os estaréis preguntando qué hago aquí, o por qué he tardado tanto en volver. Lo resumiré en que ha sido un largo camino transitando por la vida, pensando que en algún momento sacaría tiempo o ganas para compartir aquello que creía que podía compartir; sin embargo, las circunstancias no son las adecuadas para compartir ciertas cosas, sobre todo cuando afectan a alguien cercano a ti. Por suerte, las circunstancias hace tiempo que cambiaron, pero aún quedaba algo pendiente: el miedo a sentirse vulnerable.
¿Vulnerable? ¿Por qué?
Como podréis apreciar en las últimas entradas antes que esta, el blog estaba tomando un carácter más personal y había decidido continuar por este camino; porque es mi blog, y me lo follo cuando quiero. :P
Lo que me ha hecho cambiar de opinión ha sido mi alta actividad cultural estos días para Sant Jordi, acudiendo al Poetry Slam de BCN y a un recital poético LGTBI ayer. En ellos pude apreciar cómo se exponían los participantes, y ver lo mucho que disfruté de sus intervenciones; por ello, he decidido hacer mi aportación. Al final, me puede más la necesidad de compartir que el sentimiento de vulnerabilidad.
Así, iré publicando poco a poco algunas de las cosas que he ido escribiendo en estos últimos tiempos. Espero que os gusten.
Y quiero desahuciar esta tristeza, como desahuciado está mi amor.
Y perder tu recuerdo en las profundidades de mi mente, como se pierden los primeros años de vida: aprendiendo sin recordar.
Y encontrarme en los confines de mi infierno para amar aquello que sólo yo puedo amar como se merece: a mí mismo.
No quiero más noches en vela, ni más ojos hinchados ni papeleras llenas de pañuelos regados por mi pena.
27/12/2015
Un saludo,
Morpheus
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