La verdad es que hoy tocaba publicar algo y no tenía muy claro qué texto de los que tengo en la recámara subir. Pero me he acordado que mañana, 12 de febrero, es el aniversario de la muerte de Cortázar, así que he decidido seleccionar un texto que tiene mucha relación, tanto a nivel literario como personal, con una de sus obras más conocidas: Rayuela.
De pronto nos dimos cuenta de que no cabíamos los dos en aquella pieza. Que el café por la mañana se había aguado, y que el número de colillas en tu cenicero aumentaba sin cesar.
No queríamos aceptar que, si nos habíamos encontrado sin buscarnos, no podíamos obviar nuestro capítulo 20; que yo estaba fuera de la pieza y tú dentro, y mis preguntas metafísicas de Oliveira no tenían traducción en tu glíglico.
Habíamos querido jugar a la Rayuela ignorando que, una vez se llega al cielo, hay que volver a la tierra y recoger la piedra.
Un saludo,
Morpheus