Es prácticamente medianoche pero el diablillo de mi cabeza ha decidido que ahora es tiempo de juego y de saltar sobre el sofá del "quiero compartir".
Porque necesito preguntaros si sabéis, vosotros, poetas, que vuestras palabras calan, que alimentan el hogar del corazón y que cambian mundos.
Que sentiros tan cerca me hace sentir como en esa mañana de domingo, despertando entre la percusión de unas gotas de lluvia golpeando en mi persiana. O como en esa tarde de frío otoño, con un chocolate caliente entre las manos mientras veo una peli arropado con una manta.
Y es por eso que os admiro, porque no os dais cuenta del poder que tenéis. De que saturáis la vida donde sólo hay grises, o de que hacéis cosquillas al alma.
Un saludo,
Morpheus